Habrá nuevo juicio por el femicidio de Anahí Benítez tras la revocación de prisión de Marcos Bazán. Villalba es el acusado más apuntado.


Anahí Benítez (16) era amor, arte, compañerismo, educación, sonrisas, lucha colectiva. Vida con todas las letras. Era parte del cuerpo de estudiantes de uno de los 5tos años del Ensam (Escuela Normal Superior Antonio Mentruyt), ésa comunidad educativa que genera espacios de conocimiento y educa a miles de chicas y chicos lomenses, con una jardín de infantes, primaria y profesorado. Por éso es una Unidad Académica. Anahí, era un pedazo de ése cuerpo, que fue arrebatado, y aún no tiene Justicia ni Verdad. Dejaron el cuerpo sangrando, y a pesar de tener Ensam una historia persecuciones y desapariciones siempre sigue vivo y en la lucha.


Un 29 de julio de 2017 Anahí salió de su casa en Parque Barón (LDZ) a dar una vuelta al parque de Lomas, que queda a unas cuadras de su casa. Eran cerca de las 1730 horas, y no se la volvió a ver, desapareció hasta que el 4 de agosto fue hallada sin vida, semienterrada en un descampado de la Reserva Natural Provincial Santa Catalina, a unas 10 cuadras de su hogar.

Todos tenían esperanzas de encontrarla con vida, de tenerla nuevamente con su familia y compañeras/os. Marchas, búsquedas por trenes, colectivos, pasacalles, panfletos, programas de radio y Tv buscaban a la joven estudiante. Todo el colectivo del Ensam se movilizó para hallar a su compañera tan querida.

Mientras tanto desde la policía de la provincia y la misma comisaría 9na de Parque Barón se montó un show con 600 policías, helicópteros, funcionarios provinciales, especialistas. Sin embargo todavía nos preguntamos los periodistas locales y regionales que conocemos bien la zona, cómo es que a pesar que semejante ejército rastrilló cada lugar de Santa Catalina, Anahí apareció semienterrada, en un lugar descampado que podía ser visto desde cualquier lugar por los pesquisas.

Fue tan conmocionante el hallazgo que provocó la urgencia de jueces y fiscales de ése entonces, a realizar y tomar medidas de manera enloquecida por esclarecer el hecho, a cualquier costo.

Lo cierto es que a casi 5 años del femicidio de Anahí Benítez, la Cámara de Casación bonaerense integrada por Daniel Carral y Ricardo Maidana revocó la condena a prisión perpetua de Marcos Bazán, un ex trabajador del hospital Gandulfo, que vivía en ése momento de la desaparición de Anahí, en una casilla en la estación Santa Catalina del FFCC Roca Sur.

 

Asimismo los camaristas ordenaron un nuevo juicio, en donde el otro imputado por femicidio Sergio Villalba, que fue beneficiado por un peritaje que señalaba que padecía trastornos psiquiátricos por lo tanto no estaba en condiciones de enfrentar un juicio, y fue alojado en un pabellón de la Unidad 34 Melchor Romero.

Casación dictaminó que el fiscal del caso que pidió la perpetua para Bazán, Hugo Carrión que para dictar sentencia, tuvo en cuenta -entre otras cuestiones- un peritaje que calificó como clave, realizado por el reconocido can «Bruno» y su instructor Diego Tula, de la Brigada Canina de Escobar, que descubrió el rastro odorífero de Anahí dentro de la casa de Bazán y la presencia del propio imputado en la fosa donde se halló el cadáver de la víctima, a 235 metros de su vivienda.

Hubo idas y vueltas, denuncias de imparcialidad por parte de los defensores de Bazán (Rosario Fernández y Eduardo Soares)), y muchos consideraban que la fiscal del caso Fabiola Juanatey no sabía donde estaba parada, con la ineptitud de la policía porque no se buscó a Anahí cuando estaba viva, que fue el pedido de toda la comunidad lomense y estudiantil.

Fernández decía: “No hay ninguna prueba para incriminar a Marcos Bazán. Lo dice el mismo fiscal y el particular damnificado en su alegato: no hay una prueba contundente ni objetiva que señale a Bazán. Son solo indicios que los hicieron encajar en su persona, en vez de ser al revés: buscar pruebas y encontrar un culpable. No hay ninguna certeza, lo único que hay es el ADN de Marcelo Villalba encontrado en el cuerpo de Anahí y el teléfono de la propia Anahí que lo tenía su hijo».

La madre de Anahí, Silvia Pérez Vilor al enterarse de la resolución de casación se expresó de la siguiente manera: «Hoy me siento satisfecha con el fallo dl Tribunal de Casación. Si ha de hacerse un nuevo debate bienvenido sea para terminar de aclarar las dudas. Aún falta la intervención de Fiscalía de Casación que seguramente observará que hay ciertas «cosas» que no estarían coincidiendo con lo dicho y producido en el juicio. Pero las dudas nacieron para ser esclarecidas. Estoy en paz. Y como siempre digo la verdad siempre sale a la luz»

 

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